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Molestias en el tendón rotuliano – Dolor de rodilla

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Dolores en la rodilla explicadas por el Doctor Manuuel Mosqueira

El dolor de rodilla es uno de los trastornos más comunes que afectan a los   y que habitualmente es motivo de consulta para los profesionales de la medicina deportiva. La literatura científica describe una incidencia bastante alta, destacando que, hasta uno de cada cuatro personas en la población general, e incluso dos de cada cuatro en deportistas, pueden llegar a sufrir dolor de rodilla.

Las mujeres suelen sufrir más de este tipo de lesión principalmente por motivos anatómicos (ángulo Q y posición de la cadera) y variables hormonales.

Molestias en el tendón rotuliano – Dolor de rodilla

Tipo de lesiones

Son varias las lesiones que pueden aparecer en la rodilla, entre las más habituales, por motivos no traumáticos destacan la condromalacia rotuliana, la tendinitis o tendinopatía rotuliana y el síndrome de dolor patelofemoral. Todas ellas, están relacionadas con la cara anterior de la rodilla. En la cara lateral, la patología y dolor más habitual es la relacionada con la cintilla iliotibial.

Se trata de una articulación relativamente pequeña, por lo que puede coexistir varias lesiones. Además, la localización del dolor y las características son fundamentales para un correcto diagnóstico.

Ubicación del dolor

La ubicación del dolor en la rodilla proporciona una pista importante. La aflicción anterior de rodilla que es difuso y difícil de localizar casi siempre se debe a un síndrome de dolor patelofemoral.

El dolor muy localizado en la parte anterior de la rodilla puede ser más sugestivo de tendinopatía rotuliana. El dolor de una lesión del ligamento medial está muy localizado en el cóndilo femoral medial. Por otro lado, una lesión del ligamento cruzado posterior puede causar dolor en la parte posterior de la rodilla.

Origen

A pesar de su alta incidencia, existe una falta de consenso sobre los mecanismos etiológicos (cuál es su origen) de este trastorno. Desde un punto de vista articular y anatómico, se destacan como factores de riesgo: una mala alineación femoro-patelar (formada por el fémur y la rótula), desequilibrios del tejido periarticular blando (grasa y/o ligamentos). Así como, la debilidad del músculo cuádriceps, desequilibrio del músculo vasto interno o de la pata de ganso y anomalías óseas (alteraciones morfológicas, herencia genética, …).

Entre los factores de riesgo extrínsecos destacan: el aumento de entrenamiento o la carga excesiva, terrenos inestables o una mala elección de la zapatilla deportiva

La pronación del pie por sí sola, no suele ser un factor de riesgo para sufrir patologías de rodilla. Aunque, puede influir el rango y sobre todo la velocidad a la que se prone. Además de las posiciones en valgo de rodilla y de basculación pélvica. Todo esto es un parámetro importante a tener en cuenta tanto para prevenir como para tratar lesiones de la rodilla.

¿Cómo evitarlo?

Entre los tratamientos conservadores e iniciales destacan el control de la carga y del tipo de entrenamiento, aplicación de frío y cremas que modulen el posible proceso inflamatorio, los ejercicios isométricos y excéntricos, así como el trabajo de fuerza de la musculatura implicada en la estabilidad de la rodilla.

El calzado deportivo, concretamente las zapatillas de running juegan un papel fundamental en la prevención de lesiones en la rodilla y debe seleccionarse de manera exhaustiva y personalizada. 

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